¡El antropocentrismo es
la raíz de la propiedad privada!
¡Abajo el
antropocentrismo!
Sólo una especie convencida de que el
mundo entero está hecho enteramente para su disfrute puede disponer
de él “totalmente”, dividir el territorio, arrasarlo, extraer de
él todo tipo de riquezas y desplazar al resto de seres. Para luego
disputar y asesinar a sus pares en virtud de la posesión de lo
arrancado con violencia. La especie humana al separarse del resto,
irracionalmente se considera autoexcluída del proceso vital y
autoemancipada de los ciclos naturales cava su propia tumba.
¡El principio de la
separación humana del resto de seres es un principio religioso!
¡Abajo la religión!
Una especie separada del resto lo es
sólo dentro de sus pútridas cabezas, esta ilusoria creencia tiene
su origen en la enfermedad religiosa. El autoengaño y la mentira
religiosa llevan al ser humano más allá de su carne, más allá de
los ciclos naturales, hacia un paraíso imaginario mientras convierte
el mundo real en un infierno. La enajenación religiosa, el falso
contacto con la deidad genera las jerarquías, primero entre el
humano y los otros seres vivos, luego entre humanos.
¡El principio religioso
enseña a los humanos la autoridad!
¡Abajo la autoridad!
Un jerarca, un rey, un
tirano, un alcalde, existen únicamente en el mundo de la separación,
en un mundo donde los individuos no son responsables de sus vidas,
porque se han separado del medio y la falacia religiosa les ha
enseñado a tener superiores. Todo jerarca es un pequeño dios y todo
dios es falso, existen porque se enseñó a la gente a obedecer y la
gente obedece porque piensa (erróneamente) que el mundo se divide en
jerarquía.
Por contra:::
Una humanidad emancipada
debe ocupar un lugar equilibrado y dejar vivir al resto de seres,
para lo cual debe abandonar la mentira antropocéntrica. Una
humanidad emancipada debe crear su propio sentido, para lo cual debe
renunciar a toda deidad. Una humanidad emancipada debe estar
compuesta por individuos absolutamente responsables de su destino,
para lo cual debe renunciar a toda organización social jerárquica.
¡Arriba la emancipación!
¡Abajo el antropocentrismo!
Carlos G. de Castro / coeditor NOTON
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