Hay dos “salidas” posibles a la crisis. Una, la pretendida por PP y PSOE, pasa por permanecer en el euro a toda costa, que la deuda apriete pero evitando llegar a la suspensión de pagos gracias a los recortes, nuevos rescates, quitas y reestructuraciones de la deuda, y aguantar hasta que los salarios toquen fondo, como consecuencia del aumento del paro y la eliminación de derechos laborales de la última reforma, y que con ello la inversión y el empleo empiecen a recuperarse, aunque sea muy lentamente, y aprovechar para acelerar las privatizaciones. Esta pretendida salida no sólo sería (está siendo ya) terriblemente lenta y dura para la mayoría de los trabajadores, sino que también sería muy limitada, al permanecer el Estado sin el control sobre la moneda. Si no se llega a la suspensión de pagos y da tiempo a que el empleo empiece a recuperarse, aunque sea muy tímidamente, el gobierno del PP o un probable gobierno de coalición PP-PSOE podrían mantenerse con el “éxito” de sus polí...
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