Algunos españoles se están dando cuenta de que el policía no es el bueno de la película. En el País Vasco, sin ir más lejos, lo saben desde hace demasiado. Pero los españoles llevamos también demasiado tiempo bajo la lógica de la guerra contra el terror o, dicho a la española, de los demócratas contra los violentos . Esto explica en parte por qué mientras en Grecia vuelan los cócteles molotov, en España se grita "no a la violencia", de momento... El estado (con minúsculas, como recomendaba Baudelaire) español, que se ha apoyado de una forma tan unilateral en la negación de la violencia, se encuentra ahora, entre la crisis y la tregua de ETA, con la contradicción de dicha negación o, dicho más sencillamente, con Schmitt, con la dificultad para encontrar un enemigo. El estado está tratando de transformar a los que protestan en ese enemigo por medio de la violencia policial. Pero le está resultando difícil, contradictoriamente, porque los españoles han sido machaconame...
Revista para gente sin dogmas