Esta fotografía es sobrecogedora, tendrá que ser analizada como un objeto histórico de aquí a unos años…
AUTOR MARCELO EXPÓSITO
ORIGINALMENTE EN SU PÁGINA DE FACEBOOK
Esta fotografía es verdaderamente sobrecogedora, tendrá que ser
analizada como un objeto histórico destacado de aquí a unos años.
Muestra a Mariano Rajoy sentado en su escaño parlamentario, después de
intervenir como Presidente del gobierno en el Congreso de los Diputados,
teatralizando su cansancio después de un gran esfuerzo, como un héroe
clásico que se ha dejado jirones de piel en una lucha titánica,
cumpliendo una misión que solo a él le ha sido exigida. Alrededor suyo
sus huestes, aplaudiendo a rabiar, reconociendo la victoria de su líder
sobre las circunstancias y el cumplimiento de un destino. Muchas de las
personas alrededor suyo sonríen, otras ríen abiertamente; en general
mantienen un gesto duro, contundente, como afirmando: acá está quien ha
hecho lo que se debía hacer, caiga quien caiga.
Rajoy acaba de anunciar en el Parlamento español el enésimo recorte
brutal en el presupuesto de los servicios sociales, como, por ejemplo,
la retirada de una ayuda de pura subsistencia a los parados de edad
avanzada y de larga duración, lo que les deja, literalmente, abocados a
remover en los contenedores de basura para poder comer. En su
intervención en el hemiciclo, además, ha ocultado una vez más
información crucial sobre las condiciones en que se impone el rescate a
España, que definitivamente convierte en deuda pública la quiebra del
sistema bancario nacional.
Lo que aplauden impúdicamente los diputados y diputadas del Partido
Popular es el haber arrojado a una nueva parte de la población española a
la miseria, aplauden el puro y duro disciplinamiento del pueblo.
Esta fotografía es la prueba de un crimen, la imagen congelada de una
INFAMIA, la muestra definitiva de la evaporación del sistema de
representación política, de la ilegitimidad de un gobierno golpista que
viola persistentemente la soberanía popular. Muestra los cojones de una
oligarquía española históricamente sanguinaria. Pero es también una
invitación a que acometamos un movimiento destituyente masivo,a que
trabajemos para extender la desobediencia civil frente al mando de unas
élites criminales. A cada generación, su propia constitución. Porque
esta democracia -que no lo es- tiene que ser refundada mediante una
revolución que triunfe sin el error de dejarse involucrar en otra guerra
civil.
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