Queridos Jean Pierre y Dominikos:
Quería comentaros un poco acerca de la situación en mi país, España, no sea que luego devengamos en amargas confusiones.
Aquí tenemos unos bancos que no sólo te quitan la casa si no puedes hacer frente a la hipoteca; sino que, además de quedársela, te obligan a seguir pagando las cuotas mientras duermes entre cartones.
Tenemos un banco en concreto, uno de tantos, que ha escogido llamarse nada más y nada menos que Banca Cívica y, hace poco, intentó dejar en la calle a dos abuelos y a su nieta minusválida. Muy cívicos ellos.
En mi país, hace poco, el Gobierno ha decidido recortar en servicios públicos básicos como son Sanidad y Educación diez mil millones de euros, la misma cifra que, ¡caramba, qué coincidencia! va a inyectar a un banco privado para salvarlo de la hecatombe.
No hace mucho que tuvimos elecciones, y el Gobierno salido de las urnas usa su programa electoral a modo de papel higiénico para incumplir, sistemáticamente, todas sus promesas
electorales.
Ahora excluimos de la asistencia sanitaria a los inmigrantes, obligamos a los pensionistas a pagar parte de sus medicamentos y quitamos las ayudas a las familias con enfermos dependientes.
Nos acaban de subir los impuestos, aunque nos juraron que no lo harían, y dentro de poco nos quieren hacer pagar por las carreteras.
También nos han facilitado y abaratado el despido, y ya no se libra ni el que tiene una baja médica.
Hemos recortado en investigación tanto que, si quieres dedicarte a la ciencia, es mejor que abandones el país en el primer avión que salga y, para mantenernos en la misma línea, hemos aumentado las tasas universitarias hasta precios prohibitivos y reducido la cuantía y el número de becas.
Y, sin embargo, nos preocupa el ascenso de partidos de extrema derecha en vuestros países. Debe ser que aquí somos muy progresistas. ¡Tocaos las narices Jean Pierre y Dominikos!
21/05/2011 · Pablo Poo Gallardo · NOTON
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