El equipo de periodistas de la Cadena SER expulsado del Sáhara Occidental por intentar informar sobre la situación del país ha aterrizado ya en España. Àngels Barceló, Nicolás Castellano y Ángel Cabrera han llegado al aeropuerto de Las Palmas de Gran Canaria en torno a las 16.00 de este viernes.
Rodeados por una nube de periodistas, los informadores de la SER han llegado al aeropuerto de Las Palmas e, inmediatamente, han entrado en antena para contar su experiencia: cómo han informado desde El Aaiún a pesar del bloqueo marroquí. En el programa 'La Ventana', y entrevistada por su compañera Gemma Nierga, Barceló ha asegurado que "hay que intentar una y otra vez intentar en El Aaiún, es nuestra obligación como periodistas". La directora de 'Hora 25' y 'Hora 25 Global' ha asegurado una y otra vez que los periodistas no deben ser los protagonistas de la noticia. "Si a nosotros tres nos ha pasado lo que nos ha pasado siendo ciudadanos españoles, teniendo el apoyo del Gobierno, no me quiero ni imaginar lo que pueden pasar los saharauis".
Enseguida, las preguntas han girado hacia la situación en las calles de El Aaiún. "La gente tiene temor, tiene pánico a hablar" -recordaba Àngels Barceló, "los saharauis saben que la prensa es el altavoz de sus reivindicaciones, y por eso nuestra obligación es estar allí donde no se nos quiere, donde somos incómodos". La periodista de la Cadena SER ha explicado que en el vuelo viajaban otros nueve periodistas, a los que Marruecos no ha dejado aterrizar, y ha reiterado que su viaje no debe ser el centro de atención: "Quiero que nosotros dejemos de ser la noticia".
El papel del Gobierno español
Tanto Gemma Nierga como Juanjo Millás han preguntado a Barceló por las gestiones del Gobierno español desde su arresto. "El Gobierno español no utiliza con Marruecos la contundencia que debería utilizar; no hemos estado desasistidos, hemos estado en contacto con la ministra de Exteriores y con el ministro del Interior, pero sus gestiones 'al más alto nivel' no han servido de nada". Y después aparecía la palabra 'engaño'. "Las autoridades marroquíes han engañado al Gobierno español porque no han hecho nada de lo que le decían al Gobierno español que iban a hacer". Las palabras de Barceló son claras: "Ya basta de tibieza, es hora de que el Gobierno se plantee dónde está el límite".
También en 'La Ventana', Nicolás Castellano, periodista de la Cadena SER especializado en la zona, ha confesado sentirse extraño por ser protagonista. "Me siento como un bicho raro delante de los micros de los compañeros" -decía. Castellano ha reiterado que "más allá de los esfuerzos diplomáticos, lo que ha quedado demostrado es que las 'relaciones idílicas' que nos venden, entre España y Marruecos, no son tan buenas". Y ha realizado una predicción sobre el Ejecutivo:"esta escalada de acontecimientos igual hace reflexionar al Gobierno sobre su posición, su posición sobre el Sáhara, que según Zapatero se iba a resolver en seis meses".
Àngels Barceló en 'Hora 25', ya desde Madrid
Àngels Barceló, recién llegada a Madrid, cuenta más detalles de las últimas 48 horas vividas en El Aaiún, en 'Hora 25'. Cuenta, por ejemplo, cómo Ángel Cabrera se las ingenió para que pudiese haber una comunicación fluida con España. Al principio no parecía asunto sencillo, pero mientras Àngels Barceló y Nicolás Castellano dormían, él estuvo investigando cuál podría ser la mejor zona para emitir señal. La azotea del hotel fue finalmente el lugar elegido. La directora de 'Hora 25' elogia a su compañero de viaje: "A veces se habla mucho de los periodistas y de lo que hacemos, pero si él no hubiera estado esa noche en vela, se hubiera arriesgado al subir a la azotea y hubiera encontrado el sitio ideal para colocar la parabólica, nosotros no habriamos salido con buen sonido". Y por eso destaca que este viaje a El Aaiún ha sido "un trabajo en equipo: lo hemos sufrido en equipo, y los hemos disfrutado en equipo".
Tambien Àngels Barceló le agradece a Ángel Cabrera el buen talante con el que les ha acompañado, incluso cuando se olvidó de su profesión, esa que se habían inventado para pasar los tres días en el Sahara Occidental: "Nico era profesor, yo era ingeniera y Ángel era administrativo". En 'Hora 25', Ángel Cabrera cuenta ese momento en el que no recordaba que era "administrativo", provocando un ataque de risa entre sus compañeros de viaje. Una anécdota más de esta aventura en El Aaiún, pero Àngels Barceló aclara: "Nosotros hemos entrado legalmente, tenemos nuestro pasaporte sellado, lo único es que dijimos que viajábamos como turistas y decíamos unas profesiones que no levantaran sospecha".
Pero al margen de alguna anécdota más graciosa que recordarán siempre, lo que nunca olvidarán es la noche que han pasado en la comisaría. Àngels recuerda el momento en el que les entregaron la orden de expulsión: "Nos la leímos y dijimos esto no lo firmamos", y añade "estábamos en un pulso con la policía marroquí, teníamos muy claro que nosotros no podíamos aceptar que se nos acusara de haber entrado ilegalmente al país y de que ser una amenaza para el orden público y para la seguridad nacional". Desde ese momento se torcieron las cosas. La policía se puso muy nerviosa y acabaron metiéndo a los periodistas en el coche de forma abrupta. Tampoco les permitieron ver al funcionario español que hay en El Aaiún y que era su "única garantía de seguridad". Así que ellos se metieron en un coche que, según habían dicho, les llevaba al aeropuerto. Y así fue. Los periodistas ya duermen en casa esta noche.
Enseguida, las preguntas han girado hacia la situación en las calles de El Aaiún. "La gente tiene temor, tiene pánico a hablar" -recordaba Àngels Barceló, "los saharauis saben que la prensa es el altavoz de sus reivindicaciones, y por eso nuestra obligación es estar allí donde no se nos quiere, donde somos incómodos". La periodista de la Cadena SER ha explicado que en el vuelo viajaban otros nueve periodistas, a los que Marruecos no ha dejado aterrizar, y ha reiterado que su viaje no debe ser el centro de atención: "Quiero que nosotros dejemos de ser la noticia".
El papel del Gobierno español
Tanto Gemma Nierga como Juanjo Millás han preguntado a Barceló por las gestiones del Gobierno español desde su arresto. "El Gobierno español no utiliza con Marruecos la contundencia que debería utilizar; no hemos estado desasistidos, hemos estado en contacto con la ministra de Exteriores y con el ministro del Interior, pero sus gestiones 'al más alto nivel' no han servido de nada". Y después aparecía la palabra 'engaño'. "Las autoridades marroquíes han engañado al Gobierno español porque no han hecho nada de lo que le decían al Gobierno español que iban a hacer". Las palabras de Barceló son claras: "Ya basta de tibieza, es hora de que el Gobierno se plantee dónde está el límite".
También en 'La Ventana', Nicolás Castellano, periodista de la Cadena SER especializado en la zona, ha confesado sentirse extraño por ser protagonista. "Me siento como un bicho raro delante de los micros de los compañeros" -decía. Castellano ha reiterado que "más allá de los esfuerzos diplomáticos, lo que ha quedado demostrado es que las 'relaciones idílicas' que nos venden, entre España y Marruecos, no son tan buenas". Y ha realizado una predicción sobre el Ejecutivo:"esta escalada de acontecimientos igual hace reflexionar al Gobierno sobre su posición, su posición sobre el Sáhara, que según Zapatero se iba a resolver en seis meses".
Àngels Barceló en 'Hora 25', ya desde Madrid
Àngels Barceló, recién llegada a Madrid, cuenta más detalles de las últimas 48 horas vividas en El Aaiún, en 'Hora 25'. Cuenta, por ejemplo, cómo Ángel Cabrera se las ingenió para que pudiese haber una comunicación fluida con España. Al principio no parecía asunto sencillo, pero mientras Àngels Barceló y Nicolás Castellano dormían, él estuvo investigando cuál podría ser la mejor zona para emitir señal. La azotea del hotel fue finalmente el lugar elegido. La directora de 'Hora 25' elogia a su compañero de viaje: "A veces se habla mucho de los periodistas y de lo que hacemos, pero si él no hubiera estado esa noche en vela, se hubiera arriesgado al subir a la azotea y hubiera encontrado el sitio ideal para colocar la parabólica, nosotros no habriamos salido con buen sonido". Y por eso destaca que este viaje a El Aaiún ha sido "un trabajo en equipo: lo hemos sufrido en equipo, y los hemos disfrutado en equipo".
Tambien Àngels Barceló le agradece a Ángel Cabrera el buen talante con el que les ha acompañado, incluso cuando se olvidó de su profesión, esa que se habían inventado para pasar los tres días en el Sahara Occidental: "Nico era profesor, yo era ingeniera y Ángel era administrativo". En 'Hora 25', Ángel Cabrera cuenta ese momento en el que no recordaba que era "administrativo", provocando un ataque de risa entre sus compañeros de viaje. Una anécdota más de esta aventura en El Aaiún, pero Àngels Barceló aclara: "Nosotros hemos entrado legalmente, tenemos nuestro pasaporte sellado, lo único es que dijimos que viajábamos como turistas y decíamos unas profesiones que no levantaran sospecha".
Pero al margen de alguna anécdota más graciosa que recordarán siempre, lo que nunca olvidarán es la noche que han pasado en la comisaría. Àngels recuerda el momento en el que les entregaron la orden de expulsión: "Nos la leímos y dijimos esto no lo firmamos", y añade "estábamos en un pulso con la policía marroquí, teníamos muy claro que nosotros no podíamos aceptar que se nos acusara de haber entrado ilegalmente al país y de que ser una amenaza para el orden público y para la seguridad nacional". Desde ese momento se torcieron las cosas. La policía se puso muy nerviosa y acabaron metiéndo a los periodistas en el coche de forma abrupta. Tampoco les permitieron ver al funcionario español que hay en El Aaiún y que era su "única garantía de seguridad". Así que ellos se metieron en un coche que, según habían dicho, les llevaba al aeropuerto. Y así fue. Los periodistas ya duermen en casa esta noche.
El Frente Polisario denuncia "los pretextos y mentiras" del Gobierno de Rabat
El Frente Polisario ha denunciado lo que considera "pretextos y mentiras" del Ejecutivo marroquí para justificar su "brutal intervención militar" contra "ciudadanos saharauis pacíficos", que asegura que ha causado al menos 19 muertos, 723 heridos y más de 150 desaparecidos. En un comunicado, el Ministerio de Información saharaui afirma que el Gobierno marroquí "persiste en el peligroso discurso de chovinismo, convulsión y agitación dirigido a los marroquíes para involucrarles en su política de limpieza étnica contra el pueblo saharaui".
Según el departamento saharaui, "en su intento de justificar su bestial intervención militar contra ciudadanos saharauis pacíficos, mujeres, niños y ancianos", Marruecos "no deja de falsificar acusaciones y clasificar a estos ciudadanos como criminales". El comunicado destaca que, desde que a principios de octubre comenzó a instalarse el campamento de Gdeim Izik, "se evidenció el carácter pacífico" de la protesta en la que miles de desplazados se manifestaron "por su propia voluntad y convencimiento contra su crítica situación política, social y económica".
El Ministerio de Información considera que las "declaraciones y falsificaciones" de Marruecos muestran "inequívocamente" su intención de mantener "el proceso de represión, persecuciones, humillaciones y encarcelamientos, incluso contra periodistas extranjeros". "El hecho de que el Gobierno marroquí continúe imponiendo el cerco y el toque de queda, así como la expulsión y detención de observadores y periodistas confirman su intención de continuar su crimen de limpieza étnica contra el pueblo saharaui en la oscuridad", afirma.
EFE
Según el departamento saharaui, "en su intento de justificar su bestial intervención militar contra ciudadanos saharauis pacíficos, mujeres, niños y ancianos", Marruecos "no deja de falsificar acusaciones y clasificar a estos ciudadanos como criminales". El comunicado destaca que, desde que a principios de octubre comenzó a instalarse el campamento de Gdeim Izik, "se evidenció el carácter pacífico" de la protesta en la que miles de desplazados se manifestaron "por su propia voluntad y convencimiento contra su crítica situación política, social y económica".
El Ministerio de Información considera que las "declaraciones y falsificaciones" de Marruecos muestran "inequívocamente" su intención de mantener "el proceso de represión, persecuciones, humillaciones y encarcelamientos, incluso contra periodistas extranjeros". "El hecho de que el Gobierno marroquí continúe imponiendo el cerco y el toque de queda, así como la expulsión y detención de observadores y periodistas confirman su intención de continuar su crimen de limpieza étnica contra el pueblo saharaui en la oscuridad", afirma.
EFE
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