Un grupo de científicos asegura que el compromiso de Brasil de reducir la tala masiva un 20% para 2020 es viable
El gobierno brasileño se encuentra a la cabeza de la deforestación masiva. No obstante, hace un año prometieron poner freno a una situación que arroja 1.400 millones de toneladas de CO2 al año a la atmósfera. Ahora, un grupo internacional de científicos asegura que el compromiso de Lula de reducir esa deforestación un 20% en 2020 es factible.
Brasil tala una media de 19.500 km2 de bosques al año desde 1996 hasta 2005 para convertirlos pastos y granjas, lo que ha supuesto un aumento de 700 a 1.400 millones de toneladas de CO2 al año en la atmósfera. En 2008 el gobierno brasileño se comprometió a reducir la deforestación un 20% para 2020. En los últimos cuatro años, la deforestación se redujo en un 36% sobre sus niveles históricos, y Brasil, por su parte continúa esta labor extendiendo la red de áreas protegidas del Amazonas de 1,26 a 1,82 millones de km2. La red incluye ahora el 51% del área de bosque de la región restante, según recoge SINC.
La revista Science publica esta semana un artículo en el que un grupo de científicos brasileños, estadounidenses y españoles defienden que es posible poner fin a la deforestación, además de cumplir el compromiso de reducirla un 20%. Dirigidos por Daniel Nepstad del Centro de Investigación de Woods Hole (EE.UU) y del Instituto de Investigación Ambiental del Amazonas en Brasil, aseguran que en la actualidad se han producido cambios en el mercado que indican que las industrias del ganado y de la soja, principales responsables de la deforestación en la región, están empezando a recortar de sus cadenas de suministro a las empresas que se benefician de la deforestación.
Los científicos, entre los que se encuentran el español Pedro Piris-Cabezas, investigador de la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid, han estimado los costes para que Brasil apoye maneras de “ganarse la vida” con baja deforestación para el campesinado y los habitantes de la selva, al tiempo que mejore el cumplimiento de la ley y el manejo efectivo de las áreas protegidas. Asimismo, sugieren la manera en la que el Gobierno brasileño podría identificar y recompensar a los administradores de la tierra mediante la provisión de ciertos incentivos de mercado.
La revista Science publica esta semana un artículo en el que un grupo de científicos brasileños, estadounidenses y españoles defienden que es posible poner fin a la deforestación, además de cumplir el compromiso de reducirla un 20%. Dirigidos por Daniel Nepstad del Centro de Investigación de Woods Hole (EE.UU) y del Instituto de Investigación Ambiental del Amazonas en Brasil, aseguran que en la actualidad se han producido cambios en el mercado que indican que las industrias del ganado y de la soja, principales responsables de la deforestación en la región, están empezando a recortar de sus cadenas de suministro a las empresas que se benefician de la deforestación.
Los científicos, entre los que se encuentran el español Pedro Piris-Cabezas, investigador de la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid, han estimado los costes para que Brasil apoye maneras de “ganarse la vida” con baja deforestación para el campesinado y los habitantes de la selva, al tiempo que mejore el cumplimiento de la ley y el manejo efectivo de las áreas protegidas. Asimismo, sugieren la manera en la que el Gobierno brasileño podría identificar y recompensar a los administradores de la tierra mediante la provisión de ciertos incentivos de mercado.
Manifestación de intencíones hacen todos los días los gobiernos, pero se queda en eso, en una manifestación de intenciones. Cuando lo vea, me lo creeré.
ResponderEliminarMuy interesante tu blog.
Un saludo...
Sí, lo que dices es bien cierto, pero creo que dar buenas noticias en torno al medio ambiente es útil, al menos para animar a la gente y crear consciencia de que se pueden hacer cosas.
ResponderEliminarMe alegro de que te guste el blog, un saludo.