Hacía
tiempo
que
no
viajaba
tanto.
Gracias
a
unos
pequeños
ahorros
y
a
un
proyecto
en
ciernes,
he
estado
viajando
desde
el
mes
de
marzo
hasta
junio,
y
es
quizás
por
la
distancia
que
le
provoca
a
uno
el
mirar
desde
fuera,
y
por
las
ansias
de
compartir,
por
lo
que
este
artículo
tiene
la
esencia
de
un
diario
de
viaje.
Al
igual
que
el
viajero
atento,
lo
importante
de
los
viajes
suele
residir
en
el
propio
camino
y
no
tanto
en
el
destino
final.
En
mi
caso,
con
un
itinerario
formado
por
varias
paradas
que
trascendían
entre
España
y
Latinoamérica
esta
opción
fue
más
que
nunca
la
clave
de
mi
experiencia.
Los
motivos
de
mi
viaje,
no
vienen
al
caso
en
estas
líneas,
pero
conllevaba
ciertas
obligaciones
sociales,
búsqueda
de
material,
(archivo,
biografía)
y
una
sana
intención
de
tocar
con
mis
propias
manos
ciertas
energías
que
dejó
el
pasado
2011,
con
su
convulsión
política
en
varios
puntos
de
la
geografía.
Los motivos de mi viaje, no vienen al caso en estas líneas
El
mes
de
marzo
contaba
con
una
visita
relámpago
a
la
costa
del
levante.
Inicié
en
Barcelona
entonces
un
idilio
que
me
acompañó
hasta
mi
vuelta
a
Sevilla.
Justo
el
día
de
mi
llegada,
y
tras
dejar
las
maletas
en
casa
de
mi
anfitrión,
fuimos
a
dar
un
paseo
para
recordar
viejos
tiempos
y
hablar
de
cómo
cambian
las
calles
y
a
su
vez
siguen
estando
igual.
Por
casualidades
del
camino
acabamos
en
un
sitio
llamado
Antic
Teatre.
Una
mezcla
entre
bar,
café
y
teatro
que
en
ese
mismo
instante
estaba
a
punto
de
presentar
un
festival
de
vídeo llamado
#NUEVAS
REALIDADES
VIDEO
POLÍTICAS.
Ante
un
aforo
de
unas
100
personas, presentaron un
programa de vídeos divididos en varias áreas temáticas. Tras las
proyecciones me acerqué a sus
coordinadores y me
explicaron
que
se
trataba
de
una
convocatoria
realizada
desde
el
Laboratorio
de
Creaciones
Intermedia
de
la
Facultad
de
BBAA
de
la
UPV
de
Valencia,
que
a
pesar
de
su
descripción
institucional,
había
sido
realizado
de
forma
independiente y altruista, con
presupuesto orientado a una publicación y
utilizando
las
redes
sociales
como
método
de
aunar
material
y
convocar. Entre los nervios del
estreno me explicaron el surgimiento de la idea.
La
premisa
era
sencilla.
Tras
los
primeros
días
del
15M,
Hernán
e
Iker
(que
así
se
llamaban
los
coordinadores)
comienzan
a
vislumbrar
una
cantidad
de
material
audiovisual
de
gran
valía
narrativa
e
incluso
estética,
pero
sobre
todo
muy
ligado
a
una
serie
de
necesidades
que
conllevaron
los
primeros
días
de
la
ocupación
de
las
plazas.
La
noción
de
información
desde
los
mass
media,
fue
superada
por
las
redes
sociales
y
los
materiales
autoproducidos
y
compartidos
una
y
mil
veces,
creando
comunicaciones
rapidísimas
entre
ciudadanos
y
creando
incluso
noticias
para
los
medios
“oficiales”
que
se
servían
de
estos
vídeos
para
documentar
cargas
policiales,
asambleas
etc…
Esto
se
les
fue
de
las
manos,
y
captó
energías
en
otros
países
creando
un
proyecto
que
a
coste
prácticamente
cero,
visitaría
más
de
17
ciudades
y
crearía
un
foro
momentáneo
de
pensamiento
en
cada
sede.
Después
de
la
proyección,
uno
se
queda
tocado.
Fueron
casi
40
vídeos
de
diferente
índole
formal
y
conceptual,
pero
cada
uno
(de
unos
5
minutos)
nos
proporcionó
de
pinceladas
suficientes
para
suscitar
intereses,
y
en
mi
caso,
el
concepto
de
red
que
quería
trabajar
en
mi
viaje,
comenzó
a
verse
satisfecho
apenas
había
comenzado.
No
pude
quedarme
para
la
sesión
del
día
siguiente,
tenía
que
viajar
a
Buenos
Aires
donde
estaría
casi
un
mes
trabajando.
Mis
días
en
la
capital
Argentina
trascurrían
con
el
gusto
que
le
da
a
uno
encontrarse
lejos
de
su
realidad
de
vez
en
cuando.
En
una
de
mis
múltiples
tardes
anodinas
de
viajero
solitario
decidí
acercarme
al
barrio
de
San
Telmo
para
ejercer
de
turista
que
busca
regalos
para
sus
amistades.
En
un
alarde
de
rebeldía,
opté
por
pasar
de
largo
de
las
tiendas
que
me
ofrecían
antigüedades,
y
dirigirme
al
Museo
de
Arte
Moderno
de
Buenos
Aires.
No
es
que
yo
sea
un
asiduo
al
cubo
blanco
como
centro
de
cultura,
pero
son
cosas
que
se
hacen
en
la
distancia.
Mis días en la capital Argentina trascurrían con el gusto que le da a uno encontrarse lejos de su realidad de vez en cuando
Me
encontré
con
una
mesa
redonda
en
la
que
participaban
entre
otras
Gabriela
Golder
y
Carolina
Golder,
esta
última
miembro
del
Grupo
de
Arte
Callejero
(un
colectivo
de
gran
actividad
artística-política
durante
los
años
90).
Entré
justo
en
el
momento
en
el
que
Carolina
defendía
una
posición
muy
concreta
en
contra
de
la
intendencia
de
la
ciudad,
y
más
concretamente
sobre
la
validez
del
proyecto
que
presentaban
en
ese
momento
y
del
que
ellas
eran
parte.
Cuestionó
cómo
la
institución
(gestionada
en
este
caso
por
la
derecha)
desactiva
el
discurso
político,
convirtiéndolo
en
contemplativo.
En
ese
instante
dieron
por
finalizada
la
charla,
apagaron
las
luces
y
sobre
la
pantalla
se
proyectaba
#NUEVAS
REALIDADES
VIDEOPOLITICAS…
Cuestionó cómo la institución (gestionada en este caso por la derecha) desactiva el discurso político, convirtiéndolo en contemplativo
Bogotá
me
recibió
como
siempre,
con
toda
su
extensión
y
con
el
cariño
que
recibe
uno
a
sus
viejos
amigos.
Yo
andaba
un
poco
triste,
era
11
de
Mayo,
casi
un
año
del
15M
y
se
había
organizado
en
España
una
celebración
para
el
día
12
que
seguro
conllevaría
una
nueva
puesta
en
común
de
sudores
y
sueños
en
decenas
de
plazas.
Para
paliar
la
morriña
y
el
cansancio
que
acumulaba
después
de
tantos
días,
me
invitaron
a
acudir
a
un
centro
cultural
en
el
que
se
iban
a
llevar
a
cabo
varias
actividades.
Entramos
en
un
momento
de
las
actividades
en
las
que
varios
asistentes
debatían
sobre
la
validez
de
los
formatos
de
vídeo corto,
la
existencia
de
la
identidad
de
un
trabajo
audiovisual
latinoamericano
sin
europeizar
e
incluso
algo
que
me
llamó
la
atención,
la
idea
de
que
el
15M
podría
haberse
convertido
en
un
movimiento
mediático.
En
ese
momento
me
di
cuenta
de
que
me
había
perdido
algo
muy
jugoso
un
rato
antes,
pedí
a
una
chica
de
dos
sillas
a
mi
izquierda
que
me
pasara
un
folleto
de
los
que
se
anunciaba.
“Centro
Cultural
la
REDADA”,
coordinado
por
Antena
Mutante.
#Nuevas
Realidades
Video
Políticas.
Todo
comenzaba
a
encajar.
Ese
mismo
domingo
me
despedí
rumbo
a
España.
Pasé
aquella
semana
en
Madrid,
esperando
rascar
un
poquito
del
símbolo
de
la
plaza
SOL,
retumbando
en
mi
cabeza
aquello
que
había
oído en
Bogotá.
No
como
algo
malo,
si
no
como
una
reflexión
del
uso
de
la
imagen,
de
la
construcción
del
símbolo
y
de
su
permanente
reciclaje
para
múltiples
usos.
¿Se
podía
hablar
de
una
identidad
latinoamericana
audiovisual?,
¿es
positivo
que
un
movimiento
sea
mediático?¿Cuáles
son
los
media
en
los
que
debemos
ser
relevantes?
Entre
tanta
pregunta,
decidimos
acercarnos
a
Lavapiés.
Tras
una
cerveza
comenzamos
a
andar
y
acabamos
paseando
por
embajadores.
Mi
acompañante
me
sugirió
acercarnos
a
un
sitio
que
yo
conocía
pero
no
había
visitado.
Matadero
Madrid.
Repleto
de
apuntes,
emails,
libros
y
notas,
solo
pensaba
en
volver
a
casa
y
estar
tranquilo,
pero
aquella
última
semana
no
iba
a
ser
relajada.
En
Matadero
(un
modelo
de
creación
cultural
a
estudiar)
sucedían
varias
cosas.
Me
acerqué
a
la
presentación
de
un
libro
en
una
de
los
espacios
abiertos.
Busqué
una
silla
para
sentarme
(aun
a
sabiendas
de
que
mi
capacidad
de
atención
estaba
muy
mermada)
y
alcancé
a
recostarme
sobre
una
cristalera.
En
un
momento
de
despiste,
oí
un
aplauso
y
me
di
la
vuelta.
Dos
chicos
agradecían
la
asistencia
al
público
y
su
silueta
se
recortaba
sobre
una
pantalla
con
un
fondo
amarillo
proyectado.
En
ese
instante
se
retiraron
y
se
podía
leer
#NUEVAS
REALIDADES
VIDEO
POLÍTICAS.
Intenté
acercarme
a
los
coordinadores
que
recordé
de
mi
estancia
en
BCN,
pero
una
conversación
muy
interesante
me
obligó
a
quedarme
en
segundo
plano.
¿Qué
pasa
con
todo
el
material
que
se
crea?,
¿Cómo
podemos
gestionar
un
archivo
que
realmente
escriba
la
memoria
de
todo
lo
que
está
pasando?,
¿ese
archivo
debe
existir,
o
es
la
esencia
de
la
multi
información
lo
que
hace
potente
estas
disidencias?
¿Dónde
queda
la
fuerza
de
lo
inmediato?¿Cuál
es
el
verdadero
poder
de
la
imagen?....
Varios
discutían
amablemente
estos
aspectos,
se
repartían
emails
y
se
emplazaban
a
futuras
conversaciones.
Superado
por
el
cansancio
y
por
el
tiempo
que
tenía,
abandoné
mi
intento
de
hablar
con
los
chicos,
rápidamente
me
preparé
y
me
dirigí
al
aeropuerto.
Poco
rato
después
analizaba
en
el
mismo
avión
todas
estas
vivencias.
#Nuevas
Realidades
Video
Políticas
era
un
intento,
más
allá
del
material
mostrado
de
crear
red
de
pensamiento,
discusión
y
creación
conjunta
de
un
poder
tan
claro
como
es
la
imagen
audiovisual.
Un
testigo
de
memoria
por
construir,
de
igualación
de
contextos
separados
por
miles
de
kilómetros,
y
una
pregunta
que
seguía
siendo
respondida
en
cada
ciudad.
¿Existen
estas
nuevas
realidades
video-políticas?¿Es
la
creación
constante
de
imagen
una
forma
de
empoderamiento
de
disidencias
y
resistencias?
Agotado
por
todo
bajé
del
avión,
me
recibía
mi
amigo
Carlos.
Nos
montamos
en
su
Twingo
morado
y
antes
de
arrancar
me
dijo.
“nene,
lo
que
te
perdiste”…”ah
¿si?”…”hablamos
con
Santi
de
la
Nave
Tramallol
y
organizamos
un
ciclo
de
videos
que
te
iba
a
encantar”/
“Vaya,
me
lo
perdí”/”Tranquilo,
son
amigos
míos,
te
guardé
una
copia”
Abrí
la
carátula
del
DVD
que
me
regalaba.
En
ese
momento
arrancaba
el
coche
y
el
aire
de
las
ventanillas
ensordecía,
entre
el
viento
pude
leer
en
mis
manos
un
dvd
amarillo
“#NUEVAS
REALIDADES
VIDEO
POLITICAS/Construyendo
nuestra
mirada
del
presente”
![]() |
Fernando Llorente en una proyección de #Nuevas realidades vídeo - políticas |
Fernando
Llorente
#NRVP es Coordinado por Hernán Bula e
Iker Fidalgo
Texto publicado en el nº 7 de la edición impresa de NOTON
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