Revista POTLATCH, 24 de noviembre de 1955
Extracto del texto Panorama inteligente de la vanguardia a finales de 1955
Recientemente creada , "la discusión ideológica como combate de boxeo" promete un brillante futuro entre la élite intelectual, cuyas necesidades colma.
Extracto del texto Panorama inteligente de la vanguardia a finales de 1955
Recientemente creada , "la discusión ideológica como combate de boxeo" promete un brillante futuro entre la élite intelectual, cuyas necesidades colma.
La discusión ideológica como combate de boxeo hará ganar estima perdiendo el tiempo
He aquí las reglas:
Los dos adversarios y el árbitro, cuya decisión es soberana, se sientan en la misma mesa, separando el árbitro a los dos jugadores. Se ha convenido que el combate se desarrolle en cierto número de asaltos de un minuto exacto.
En cuanto el árbitro anuncia el inicio del combate, los dos adversarios se observan un instante; luego, el que elige primero, el atacante, enuncia una proposición cualquiera sobre el tema que le parezca. El otro responde, sea negando osadamente el razonamiento que acaba de escuchar o pasando a otras afirmaciones sobre un tema vecino o inesperado, o bien, en el mejor de los casos, combinando ambos movimientos. El árbitro vigila que los adversarios no se interrumpan. Sin embargo, un uso muy prolongado de la palabra hace perder puntos al torpe. El cronómetro anuncia el final del combate con una señal adecuada que interrumpe el discurso al instante.
El árbitro declara entonces el asalto con la ventaja de uno de los adversarios, o eventualmente nulo. En el descanso, los animadores y cuidadores proporcionan a los combatientes vasos de alcohol y tazas de café (en ciertos casos, estupefacientes). La disputa vuelve a comenzar al darse la señal. El árbitro proclama K.O. cuando uno de los adversarios, desconcertado por la violencia o la sutileza de un ataque, se manifiesta incapaz de proseguir la discusión. Si esto no ocurre, el vencedor se designa al final por puntos, según el número de asaltos que haya dominado. La mala fe, aunque sea evidente, no entraña ninguna penalización.
Entre los temas más tocados se destacan ya: el zen, la Nueva Izquierda, la ontología fenomenológica, Astruc, NOTON, las monedas galas, la censura, la comprensión del juego del ajedrez.
(los letristas, ganadores forzosamente, no juegan a este juego)
Comentarios
Publicar un comentario