El Congo

Artículo enviado por nuestra amiga Vir Covi autora del blog Consuertehaciadelante.

En 1965 el Che Guevara escribió una carta a Fidel Castro en la que renunciaba a la nacionalidad cubana y a todos sus cargos para partir hacia nuevos frentes, convencido de la necesidad de generalizar la lucha para derrotar al imperialismo.

En la firma aparece la célebre consigna: "Hasta la victoria siempre".

Su destino era el Congo.

Allí conoció a un joven Kabila que combatía en las guerrillas contra el dictador Mobutu, pero la alianza fue un fracaso por el desconocimiento del idioma, las diferentes costumbres, las divisiones internas y la falta de disciplina, lo que llevó a una retirada después de 9 meses.

La agitada historia del Congo tiene su origen en la colonización belga, cuando fueron exterminados más de 10 millones de nativos.

Los indígenas eran utilizados como esclavos para explotar los recursos naturales y cuando no entregaban la cuota determinada sufrían terribles castigos como mutilaciones.

En 1960, después de 85 años de desdicha, logró independizarse y Bélgica tuvo que aceptar a un rojo, Lumumba, como Primer Ministro, pero 5 años después el Comandante en Jefe del Ejército, Mobutu, tomó el control mediante un golpe de estado apoyado por EEUU.

Así comenzaría una dictadura de 32 años respaldada por los yanquis en su obsesiva lucha contra la influencia soviética.

Hombre corrupto y ladrón, sólo se preocupó de aumentar su fortuna mientras que la que él rebautizó como Zaire se hundía en la miseria y el hambre, pero cuando la URSS cayó dejó de ser necesario su apoyo para EEUU y sus opositores pudieron comenzar a hacer campañas contra él.

En 1994 se produjo el espeluznante genocidio ruandés.

En aquella sociedad jerarquizada los tutsis habían sido líderes durante más de 200 años pero los belgas comenzaron a apoyar a los hutus, que se vengaron de siglos de humillación exterminando a 800.000 tutsis a golpe de machete.

Cuando los tutsis consiguieron hacerse de nuevo con el poder, Mobutu abrió las fronteras del Zaire, donde se refugiaron los genocidas.

Kabila, que desde sus días en la selva con el Che ya llevaba más de 30 años de enfrentamiento con Mobutu (el hortera de bolera de la foto), alcanzó la capital con la ayuda de Ruanda y Uganda

, en una campaña que duró 6 meses, conocida comoPrimera Guerra del Congo (1996-1997) y que culminaría con su proclamación como presidente y el cambio de nombre del país a República Democrática del Congo pero, una vez estabilizada la situación, las tropas de Ruanda y Uganda se negaban a abandonar el territorio con la excusa de capturar a los responsables del genocidio del 94, por lo que Kabila las expulsó.

En una vuelta de tuerca Kabila acabaría uniéndose a los hutus declarando la guerra a los tutsis ruandeses, llegando a pedir a la población por radio que hiciera uso de machetes, lanzas, flechas, rastrillos o azadas para matarles.

Los soldados de Ruanda, Uganda y Burundi le derrotaban rápidamente pero Kabila encontró apoyo sin dificultad en 9 países.

Así comenzó la Segunda Guerra del Congo (1998-2003), en la que murieron 5 millones de personas más otros cuantos millones de desplazados y refugiados.

En 2003 se firmaron varios Tratados de paz y un acuerdo fundamental por el que todas las partes se comprometían al desarme , cosa que no ha ocurrido todavía.

Hoy se sabe que las guerras estaban directamente relacionadas con el control de los yacimientos de coltán, un mineral tan valioso como escaso, que se utiliza en prácticamente todos los dispositivos electrónicos como móviles, ordenadores, consolas, GPS...

El principal productor es el Congo, con casi el 80% de las reservas mundiales, de ahí que tantos países metieran las narices y de ahí el apoyo económico y militar de algunos como EEUU, que apoyaron a Ruanda y Uganda, principales explotadores del país e incluso les perdonaron la deuda externa.

Como dijo el Che: "El capitalismo es el genocida más respetado del mundo".

Pero el colmo de la brutalidad de los conflictos en África es el uso de niños soldado.

La psicología es escalofriante.

Por un lado son baratos, prescindibles y los más leales a los jefes pues nunca han conocido otra vida. Por otro, si el rival deja de ametrallar les da ventaja y si abre fuego se utiliza con una finalidad propagandística.

El continente más rico del planeta en recursos naturales es también el más desgraciado, con el 60% de los seropositivos del mundo, una esperanza de vida de 46 años y con dos tipos de economía: una que apenas alcanza para comer y vestir, sin producir excedentes que les permita el comercio, y otra dirigida a las sucias manos capitalistas.

Ésta es la verdadera África Waka Waka de los Mundiales.