Este último sábado 30 de enero de 2010 pudimos ver un pleno ordinario del Ayuntamiento de Gerena. Nuevamente el pueblo ha tenido que soportar cómo un espacio de diálogo es pervertido y transformado en un sinsentido, un evento esperpéntico cuyo único fin es una demostración de fuerza por parte del PSOE local.
Para celebrar un pleno así mejor que no se celebre… ¿o no? Quizás es lo que quieren estos señores. Por eso evitan la convocatoria de plenos ordinarios haciendo habitual la celebración de plenos extraordinarios y ahora, como nueva medida, cercenan el tiempo que la oposición tiene para exponer sus ideas; en el “temido” momento de los ruegos y preguntas. Triste muy triste todo, lástima de gente que no deja hablar a otros, lástima de gente que ve en la opinión de los demás un ataque. Incapaces de escuchar sacan el ordeno y mando, cual inexperto maestro que intenta imponer su autoridad a base de gritos y garrote.
¿Tan inseguros se sienten que tienen miedo a la palabra? Miedo a la palabra… ¡y luego se dicen de izquierda! ¡Qué locura! ¡Qué mundo al revés! Cómo decía Nietzsche “a veces es muy duro lo que tiene que morder nuestra consciencia, ¡por eso necesita de una buena dentadura!”. Hay que torturar mucho al lenguaje para que quienes no dejan hablar a otro se digan de izquierdas, qué sensación de náuseas produce esa palabra en sus bocas – terribles imágenes me vienen a la cabeza de una Leire Pajín cantando la Internacional - … ¿Pero a qué le tienen miedo?
¡Qué se acaben estos plenos de esperpento! De no dejar hablar a un concejal de otro signo y luego dar a tu grupo un infinito tiempo para el autointerrogatorio, del seboso espectáculo de echarse flores a uno mismo y de reiteradamente invitar a los demás a marcharse…
¡Pero que a todos los concejales los respalda el mismo número de votos! ¡Qué cada concejal representa al mismo número de ciudadanos! ¿Por qué lógica tienen uno más derecho que otros a dar sus opiniones? Cuando se le retira a un concejal la palabra o se le invita a marcharse no se lo hacen sólo a él, se lo hacen a centenares de gereneros que lo han puesto ahí con su voto.
Esta mayoría absoluta es la del absoluto despotismo, la de la absoluta falta de respeto por el adversario y la de la absoluta falta de vergüenza y el mirarse únicamente al ombligo. No hay democracia sin diálogo, ni diálogo posible sin escuchar a los demás. En un año hay que terminar con esta mayoría del no dejar hablar y que ha hecho de los plenos ordinarios algo tan extraordinario.
Así están las cosas. Recuerdo que la antigua alcaldesa de Tomares ponía los plenos por la mañana para que algunos concejales de la oposición tuvieran complicado ir.
ResponderEliminarFelicidades por el artículo. La pena es que no creo que sirva para mucho, está gente siempre seguirán igual.
ResponderEliminarBueno, quizás no sirva de nada, pero no creo que esa sea la cuestión de fondo. El equipo de gobierno local se ha acostumbrado a despreciar de manera reiterada todo tipo de opinión que no sea la oficial, es decir la suya. Denunciar estos exceso es tarea de todos. Personas sin capacidad de diálogo no deberían ocupar cargos públicos.
ResponderEliminarCarlos, felicidades por el artículo, y creo que ya somos dos.
ResponderEliminarLe has hechado un par, si señor.
Pero el tema de los plenos es más de fondo. Creo que quien entre los seguirá usando, porque la ley lo permite.
Si un partido promete que el presidente de los plenos es una persona distinta del alcalde, que sólo puede intervenir para cortar o dar la palabra sin dar opiniones y le da los mismos tiempos a cada grupo, con réplicas y contraréplicas. Yo lo voto.
Un saludo.
Hola Luismi.
ResponderEliminarUna propuesta muy interesante, sería muy positivo que los plenos los presidiera una persona diferente del alcalde, tipo moderador y que todos los concejales pudieran hablar libremente el mismo tiempo. En cuanto al primer comentario, es cierto, la alcaldesa de Tomares tenía una curiosa y dictatorial forma de organizar su ayuntamiento, afortunadamente para su pueblo ella ya no está. Que cunda el ejemplo.
Hola.
ResponderEliminarDe madrugada me encuentro este artículo. No se si el estilo me convence, pero al final están bien que se digan estas cosas.
Un saludo.
Qué pasa Charly.
ResponderEliminar¡Hay que ver los líos que hay por tu pueblo! jejeje.
A ver cuando me pasó por allí.
Un saludo desde Madrid.