Avatar y el discurso camuflado | Sebastián Morales Escoffier |
En Avatar de James Cameron existe una especie de inversión del discurso del Hollywood normal. En un planeta llamado Pandora, existe algún recurso natural que los humanos (léanse americanos) quieren, pero hay un pequeñísimo obstáculo que deben pasar para tenerlo: justo en el lugar donde está el producto existe un grupo de insólitos aborígenes. Aquí la cámara filma del lado de los invasores, que por supuesto, no entienden a estos indígenas azulados. En su incomprensión, plantean las soluciones que conocemos mucho en los países del tercer mundo que rayan con la comedia: darles vacunas, educación y carreteras (esto lo dice uno de los personajes en su desesperación para resolver el problema). Al final, evidentemente, la solución, al fallar todas las vías pacificas se traduce en una invasión.
Todo esto parece repetido, es como si en una película se resumirían de forma muy esquemática todas las colonizaciones que ha tenido la historia de la humanidad. Esto es así, hasta que incluimos al héroe de la película. Siguiendo el clásico sistema actancial, este aparece como una simple potencialidad, un tipo ignorante que debe aprender para ponerse del lado del bien y servirlo de manera eficiente. Es aquí donde se produce la inversión: si bien nuestro héroe entra al planeta para servir los oscuros designios del ejército americano (que es finalmente el que maneja la operación), termina peleando de parte de los colonizados. Pero para eso, el personaje hace algo insólito: se convierte en el otro; en el salvaje o, en los términos poético de la película: en él que ve. La cámara deja de lado al nosotros y se dedica a filmar a los otros. Pero para eso, el personaje debe hacer una transustanciación que implica dejar de lado su metafórico cuerpo inválido, para adoptar un cuerpo más parecido al de los indígenas, sólo así llega a comprenderlos y por tanto llega a ayudarlos. Aquí, si bien es un extranjero él que ayuda a la liberación de la amenaza, este debe convertirse en un indígena más, en cuerpo y mente.
La segunda particularidad de la película tiene que ver justamente con el ejército americano. En el sistema actancial, es éste el que se vuelve el opositor principal y al cual, por tanto, debe vencer el héroe para ser consagrado por su nuevo pueblo y por supuesto, quedarse con la chica. No he visto suficientes películas americanas comerciales como para saber exactamente cuántas veces el ejército de ese país ha perdido una guerra y ha tenido que ser forzado a abandonar definitivamente su centro de operaciones en un film. Eso, sin lugar a dudas, no entra en el imaginario del americano, acostumbrado a guerras desiguales.
En un artículo escrito después de la caída de las torres gemelas, leí que los americanos tardarían mucho en representar ese oscuro momento de su historia. La tesis del autor, al pasar de los años, ha sido puesta en duda. Considero, que el cine americano sabe muy bien ponerse licencias a la hora de representar algún suceso doloroso para ellos. Una de esas licencias las da la ciencia ficción, pues es supuestamente, lo más alejado a la realidad. Sólo en ese espacio donde el espectador pone completamente entre paréntesis la realidad, se puede plantear una derrota del ejército americano propiciada por indígenas que están provistos de arcos y flechas.
Una tercera línea pasa por cierta reflexión sobre el medio ambiente. Se lo representa como un sistema muy complejo que al caer en desequilibrio puede llegar a tener consecuencias devastadoras. De hecho, en la película, el ejército es derrotado, no por un par de arcos y flechas (¿qué podría hacer eso ante enormes helicópteros de combate?) sino más bien por la madre naturaleza.
Así, Cameron, con una película sumamente comercial plantea, un discurso camuflado, en donde crítica las políticas colonizadoras, cuestiona el papel del ejército (representado por un testarudo y antipático coronel) y hace una defensa al medio ambiente.
Texto original en Cinemas cine AQUÍ
Observación personal: aunque comparto parte de la crítica de Morales Stoffer, hay ciertos aspectos que creo importante matizar con respecto al mensaje del film - más interesante que el guión muy trillado -. En un próximo post daré una versión sustancialmente diferente sobre la película, que creo si tiene elementos suficientes para plantear un debate medianamente entretenido.
Hola Carlos, curiosamente yo también quería escribir algo sobre "Avatar", pero ahora esperaré a leer tu opinión que me resultará muy interesante.
ResponderEliminarSaludos.
Hola Limia.
ResponderEliminarAvatar es una película que me ha interesado bastante. Le estoy dando muchas vueltas en la cabeza... Porque sinceramente, el guión es bastante predecible y es algo así como la versión galáctica de Pocahontas o Bailando con Lobos. Pero ponerse de parte de los indios siempre tiene su interés... Y después de todo... montar una guerrilla en una selva para pelearse con marines siempre me va a llegar al corazón jeje
Un saludo.