La actitud de Aminetu Haidar, una resistencia pacífica en defensa de sus derechos más fundamentales, parece molestar y mucho a los gobiernos de Marruecos y España. ¿Por qué es así? La respuesta no es nada sencilla, pero me aventuro a dar cierta hipótesis:
En una sociedad como la actual, despolitizada e hipercontrolada, donde los individuos viven alejados de la realidad encapsulados en un mundo panóptico de massmedias y alta tecnología, la política se presenta como algo ajeno al ciudadano. Toda nuestra política es virtual, reuniones en Bruselas, foros en Washington, todo sucede muy lejos... ¡Tan lejos! Los políticos (no sólo españoles), nos han vendido el final de la historia: "Tenemos el mejor sistema que existe, las mejores instituciones, las mejores relaciones internacionales. Por tanto, quédese usted sentadito en su sillón, bien cerquita de la tele, que nosotros haremos todo por usted".
Esta actitud ha provocado de una parte, que la gente vuelva la espalda a la política y de otra, ha relajado mucho la tarea de los políticos, que conscientes de su mala fama y de que nadie cree en ellos (pero tan poco en nada), pueden hacer y deshacer a su antojo, y si los pillan en algún chanchullo... no pasa nada, son políticos, es normal. De este modo nuestros gobernantes se han acostumbrado a una sociedad que poco o nada les exige (protestar sí, pero una cosa es protestar y otra exigir, exigir requiere un compromiso por parte de quien realiza la acción, protestar se hace desde casa y en la cola del súper pero no sirve de nada). Aquí es donde entra Aminetu, ELLA EXIGE, NO PROTESTA. Toma una posición activa frente a los poderes, no pasiva, ella no sólo se posiciona sino que ataca al sistema donde más le duele, en los límites de su tolerancia, por eso nuestro Ministro de Discordias Moratinos se muestra tan alterado.
Un gobierno como el nuestro, con talante – es decir que con una bonita sonrisa y oídos sordos -, que habla mucho pero escucha poco, se posiciona como tolerante, bueno y comprensivo... Pero esta bondad y esta comprensión tienen un límite y ese límite es el que cuestiona Haidar con su acción.
Nuestro gobierno guiado por espurios intereses económicos y políticos, deja entrar a esta señora en España realizando algo fuera de la legalidad al no tener ella pasaporte; y respaldando de este modo una tiranía, como es de hecho el Estado marroquí. Por otra parte, como ellos son los chicos de la Alianza de Civilizaciones y el buen talante, no pueden, ni desean, dañar a esta mujer. ¿Qué solución plantean? Intentar comprarla. El gobierno español cree que el problema de Aminetu Haidar es cosa de apañar con favores y dinero. Por eso le ofrecen la nacionalidad española, y si lo hubiera pedido, un piso en Benidorm. Evidentemente cuando esta señora se niega se sorprenden, y un Moratinos indignadísimo aparece desconcertado en televisión. ¿Qué ha ocurrido? Sencillamente que a los políticos del PSOE se les ha olvidado el significado de la palabra dignidad. No es que desprecien la dignidad, ¡es peor! Ni siquiera saben que es lo que significa. El enfado de Moratinos es real, no finge, es verdad que no es capaz de comprender el acto de dignidad de esta mujer, es esto lo triste ciertamente. Decía Voltaire que quienes creen que el dinero lo hace todo, terminan haciendo todo por dinero, de este modo quienes creen que todo se arregla con dinero (o con un pasaporte), acaban haciendo todo de esta manera, a través de favores y arreglos, evitando de este modo afrontar la responsabilidad de sus actos. En este caso, hacerse responsables de la entrada ilegal de Aminetu en España.
Haidar, sin embargo, sí es responsable de sus actos, arriesga su salud hasta las últimas consecuencias y esto es lo que irrita tanto a nuestros gobernantes. Que ella, una mujer humilde, hace un acto de responsabilidad; mientras que ellos, los poderosos, huyen de la suya y pretenden salir del paso por medio de un apaño. En esta situación, y lo saben, la altura moral de Aminetu Haidar comparada con la de ellos les da vértigo, contemplarla es algo así como para Dorian Grey contemplar su retrato, por eso ¡que se vaya! ¡que se vaya rápido y deje la huelga de hambre! Es decir, que deje de avergonzarlos.
Esta actitud desvela algo mucho más peligroso de este sistema, que en España se llama democracia, algo que en el caso del PSOE (ellos que a veces cantan La Internacional o llevan camisetas con la efigie del Che) es una verdad evidente. La de que “somos libres de hacer lo que nosotros queramos mientras sea lo que ellos quieren”.
Desde aquí mi más profundo respeto y solidaridad con la acción de la activista saharaui Aminetu Haidar y mi más profundo desprecio para quienes, en esta lucha política, sólo ven un problema.
En el siguiente blog http://todosconaminetu.blogspot.com/ se puede encontrar una plataforma solidaria con la activista y en este enlace se puede firmar un manifiesto solidario con ella AQUÍ.
He ahí el problema de la España actual. Aunque el problema Saharaui, lleva mucho más tiempo y es de más calado.
ResponderEliminarLo que no llegan a entender, como bien dices, estos políticos es que las ideas, a veces, no se pueden comprar con intereses materiales. Este gobierno ha perdido el norte en política exterior ( y en otras muchas cosas ). Este gobierno le debe algo a Marruecos?. Cada uno que conteste lo que se le venga.
Esta mujer, está demostrando que aún se puede luchar por lo justo, por unos ideales. Y, créeme, en España, y en Gerena, hace falta mucho de eso. Los políticos actuales, y ( lo que más molesta ) el PSOE, partido "solidario" donde los haya, no tengan esta percepción, es más, la han instaurado en el pueblo a través del miedo a las consecuencias.
Hago un llamamiento a la pérdida de miedo, al luchar por ideales, a defender lo justo, lo humano.
Mi ánimo para la Sra. Haidar.
Excelente, Carlos. Muy acertado.
ResponderEliminarEste Gobierno, hueco de valores e ideales, acabará en el sitio que le corresponde.
¡Resiste Haidar!