Texto escrito por Maximiliano Samaniego en el nº 62 de la revista ¡Libertad! sobre la exposición de Gonzalo Elvira Assaig S.T. 1909/1919 en la Galería Arte x Arte de Buenos Aires. Un proyecto que toma como referencia las Semanas Trágicas de Barcelona (1909) y Buenos Aires (1919), buscando los puntos de contacto entre ambos sucesos.
Aclaración Introductoria: Una traducción válida de la palabra catalana “assaig” es “ensayo”.
Entre el 25 de agosto y el 26 de septiembre se llevó a cabo en la galería arte por arte de la fundación Alfonso y Luz Castillo, dedicada a la fotografía, video y nuevos medios, la muestra fotográfica de Gonzalo Elvira que conforma un ensayo sobre las semanas trágicas de Barcelona y Buenos Aires. En las fotografías predominan los tonos rojos, negros, grises y blancos; pero también hay unos 13 retratos realizados con aguja y martillo de personajes que representan las ideas que prevalecían en la época: entre ellos Lerroux, Pi y Margall, Rosa Luxemburgo, Liebknecht, Marx, Lenin, Trotsky, Bela Khun, Bakunin, Kropotkin y Marcel Duchamp que vivió por ese tiempo en Buenos Aires. También en una mesa se incluyeron libros sobre el tema, periódicos y fotografías, además de un interesante libro del artista que es fiel reflejo de los pasos de esta obra en la que lo exhibido se evidencia como una escala en un recorrido mucho mas abarcador.
Aclaración Introductoria: Una traducción válida de la palabra catalana “assaig” es “ensayo”.
Entre el 25 de agosto y el 26 de septiembre se llevó a cabo en la galería arte por arte de la fundación Alfonso y Luz Castillo, dedicada a la fotografía, video y nuevos medios, la muestra fotográfica de Gonzalo Elvira que conforma un ensayo sobre las semanas trágicas de Barcelona y Buenos Aires. En las fotografías predominan los tonos rojos, negros, grises y blancos; pero también hay unos 13 retratos realizados con aguja y martillo de personajes que representan las ideas que prevalecían en la época: entre ellos Lerroux, Pi y Margall, Rosa Luxemburgo, Liebknecht, Marx, Lenin, Trotsky, Bela Khun, Bakunin, Kropotkin y Marcel Duchamp que vivió por ese tiempo en Buenos Aires. También en una mesa se incluyeron libros sobre el tema, periódicos y fotografías, además de un interesante libro del artista que es fiel reflejo de los pasos de esta obra en la que lo exhibido se evidencia como una escala en un recorrido mucho mas abarcador.
Las fotografías y documentos originales son la fuente que luego fueron llevadas a la pintura, para transformarse nuevamente en fotografías que parecen querer escapar de ese encierro material para buscar el movimiento y la acción de los acontecimientos. Por eso, más allá de destacar la calidad de la obra, me parece interesante ver un recorrido de gran compromiso con lo que se quiere tratar. La voluntad de reflejar un permanente cruce, tendiendo puentes históricos, fraternales, artísticos, culturales, inmigratorios, insurrectos y rebeldes, como los anónimos protagonistas colectivos, de un lado y del otro del océano. Ni siquiera el retrato del General Dellepiane puede ponerle freno a pesar de haber matado tanto. La aspiración colectiva de justicia e igualdad se proyecta en los rostros cargando sus muertos en plenas jornadas de lucha y no parece necesario llenar ningún recinto con la imagen del pedagogo anarquista Ferrer y Guardia ejecutado en Barcelona, nos basta con ver fielmente reflejada la furia del pueblo barcelonés contra la monarquía, el ejército y la Iglesia.
Seguramente esta exposición no será idéntica a la que se realice en Barcelona, pero si el nervio que la motoriza se mantiene intacto podrá ser igual de trascendente, una escala más que tal vez merezca continuarse en otro formato como podría ser un libro o un video. La muestra sirvió de marco además para la proyección del documental “Un pogrom en Buenos Aires” y la presentación de “Días rojos, Verano Negro” excelente libro de Horacio Ricardo Silva, que tiene su origen en un grupo de investigación periodística e histórica en el cual se produjo una fuerte ruptura con la venta de la investigación a la Biblioteca Nacional y la obtención de la beca que le permitió concluir al autor la investigación definitiva.
Para terminar, o como un nuevo comienzo, de Assaig S.T.1909-1919 me llevo la sensación de un profundo respeto artístico y humano por la rebelión de los que menos tienen y que con tanta de su sangre generosa tuvieron que pagar, junto con la tristeza por los hechos tan duros que se sucedieron durante aquellos acontecimientos.
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