WALTER LIPPMAN, uno de los principales teóricos de la democracia liberal, afirma en Opinión Pública que el mundo que nos rodea es demasiado grande para acceder a información de primera mano por medios propios, por ello existen los profesionales de la información, los periodistas. Ellos orientan la opinión pública y una de sus principales tareas, en aras del buen funcionamiento de la democracia, es acercar la vida política a la ciudadanía, siempre desde la veracidad y la relevancia pública. La mayoría de los profesionales de la comunicación cumplen estos requisitos, al margen de la orientación ideológica de cada medio: la objetividad no existe. Sin embargo, es conveniente aclarar las intenciones de Lippmann, porque lo que este analista político intenta explicar cuando habla de la orientación de la opinión pública es la fabricación del consenso. En otras palabras, provocar que la población acepte algo inicialmente no deseado, utilizando para ello la propaganda, o viceversa, que rechace algo que en principio aceptan. Como ejemplo de ello serviría la forma en que los medios de comunicación informan sobre el movimiento ciudadano 15-M. La tendencia a radicalizar un movimiento pacífico con acogida social pone en entredicho no sólo la pluralidad de los medios, también refleja el problema que se deriva de la concentración de éstos en pocas manos.
El uso de los medios como creadores de ese consenso dicta mucho de la independencia que los profesionales deberían tener garantizada en la realización de su trabajo. Refundar el periodismo, recuperar su función social y el compromiso de los profesionales con la realidad, el valor testimonial de las imágenes y la interpretación de los acontecimientos es una necesidad. Los análisis, las crónicas, los reportajes… en ellos la figura del periodista se hace patente. Sin embargo, la investigación parece ser contraria a los intereses económicos empresariales. El tiempo que el profesional dedica a la investigación conlleva un coste que la empresa periodística no está dispuesta a pagar, aunque se traduce en una mayor calidad informativa. Una calidad cada vez más necesaria, puesto que la pérdida de credibilidad de los medios y la manipulación de éstos son ideas sedimentadas en la sociedad -como ha puesto de manifiesto el movimiento 15-M-, que no surgen de la nada, sino del hecho de que los medios están concentrados en pocas manos, tema que analizan Noam Chomsky e Ignacio Ramonet en Cómo nos venden la moto. Este monopolio favorece que los grupos de poder defensores de una determinada ideología controlen los medios y defiendan unos intereses comunes como el mantenimiento del estatus y la rentabilidad en detrimento del servicio social, educativo y cultural.
Las nuevas generaciones de periodistas deberían defender su derecho a ofrecer una información veraz partiendo de la necesidad de tiempo para investigar y elaborar esa información, rompiendo con la rutina y las noticias de entretenimiento propias de la sociedad del espectáculo. Aprovechar las oportunidades que ofrece Internet y los medios alternativos, además de no olvidar que, aún dentro de una empresa, el periodista debe contar con una cierta independencia a la hora de realizar su labor profesional, en la que se sustenta la creación de una opinión pública libre, suponen un comienzo para empezar a refundar una profesión necesaria, aunque muy corrompida por intereses políticos y económicos. La ciudadanía debe poder contar con la prensa y con su función de desvelar y proteger los abusos de poder de nuestros dirigentes en lugar de desconfiar de ella o mirarla con recelo. Vivimos en la sociedad de la información y sin embargo no sabemos nada del mundo que nos rodea. Pascual Serrano hace referencia a ello en su libro El periodismo es noticia con un ejemplo muy claro: tenemos muchos datos del conflicto palestino-israelí, pero seguimos sin entender el conflicto en su magnitud. Es necesario recuperar esa función de crítica, análisis e interpretación propios de la prensa, el testimonio de los profesionales, la confrontación de ideas y el debate social.
Marina Agraz
Sobre la última portada del centenario y sensacionalista "News of the World" alguien escribe "Screw You!" - ¡jódete! -. |
Este texto ha sido publicada en el número 5 de la revista NOTON, puede leer la revista online AQUÍ
Comentarios
Publicar un comentario