En el 62 aniversario de la Declaración Universal de los Derechos Humanos la APDHA exige el derecho al uso de una vivienda digna y la puesta en marcha de políticas efectivas contra la exclusión social.
Rubén G. Herrera
Fuente: Tercera Información
Hoy hace un año que la APDHA comenzó la campaña La Andalucía Invisible, por una Ley de Inclusión Social en Andalucía. A través de distintos actos: recogida de firmas, mociones, jornadas e informes, para traer a un primer plano la situación de exclusión que vienen padeciendo centenares de miles de personas en Andalucía, así como la dejación de funciones de las diferentes administraciones públicas.
En la web del Defensor del Pueblo Andaluz, se afirma que en Andalucía es necesaria una Ley de Inclusión Social, y una Ley del Derecho a la Vivienda. Pero también que esta debe encaminarse hacia la Salud, Subvenciones, VPO o Planes Urbanísticos igualitarios. Hasta ahora todo ha quedado en propuestas.
Es imprescindible evitar la aplicación específica de medidas tales como los realojos múltiples o “en masa” no graduales.
En proyectos financiado por la Junta de Andalucía (a la que le encanta hacer portales informativos de todo tipo), como La Ciudad Viva, proyecto de inclusión social, es imposible encontrar un tema levemente relacionado con la Inclusión Social.
La Ley 13/2005 que regula las Viviendas de Protección Oficial en Andalucía cambió las reglas del juego repentinamente y redujo considerablemente el patrimonio de 600.000 familias andaluzas, que son propietarias de una VPO. La Asociación para la Defensa de los Propietarios de Viviendas de Protección Oficial afirma que no hay ningún andaluz que no tenga una prima, un tío o amigo que no esté afectado e indignado por esta ley.
A fecha de hoy, Día Internacional de los Derechos Humanos, el 29,3% de la población andaluza vive por debajo del umbral de la pobreza, 1.129.500 personas están paradas, el 28,55% de la población, casi diez puntos más (19,79%) de la media nacional (*).
Lleva doce años paralizada la Ley de Inclusión. La actividad de nuestros parlamentarios está más preocupada de los intereses y antojos del capital con más recortes sociales y privatizaciones, que del cumplimiento real de los derechos humanos: vivienda, renta básica, salud, educación, trabajo.
El 18 de febrero de este año se aprobó “La Ley reguladora del Derecho a la Vivienda en Andalucía”, por el Parlamento autónomo, que regula el derecho constitucional y estatutario a una vivienda digna y adecuada. Pronto cumplirá un año y se convertirá en papel mojado; una ley más que no se cumple, violándose el derecho fundamental de acceder a una vivienda digna para cada vez más familias que carecen de ella. Las Administraciones siguen insensibles a las personas en exclusión, justo este año 2010 declarado año europeo de lucha contra la pobreza y la exclusión social.
No existe una política de vivienda que actúe firmemente como instrumento de equilibrio de los desajustes sociales. En este sentido, Cáritas lleva tiempo pidiendo también una ley de inclusión social. Una política de vivienda que dé respuesta a las más de 5.476 personas sin hogar que atendió esta ONG el año pasado, con más de 500 en el centro de la capital andaluza (**).
Una política de vivienda que dé respuesta a los “tradicionales” asentamiento chabolistas y a los nuevos asentamientos repartidos por la geografía andaluza. Una política de vivienda que atienda a las necesidades de los 160 barrios marginados e ignorados en ciudades con más de 50.000 habitantes que suman un total de 1.296.708 personas, con medias de desempleo, analfabetismo e infravivienda que superan el 50% a la media estatal.
Una política de vivienda que ponga freno a la especulación de la vivienda que ha llevado consigo fuertes tasas de endeudamiento que han hecho inviable la vida cotidiana de muchas familias que ahora sufren desahucios y se ven en un callejón sin salida perseguidas por la banca con el beneplácito de las leyes.
En el 62 Aniversario de la Declaración Universal de los Derechos Humanos desde la APDHA exige el derecho al uso de una vivienda digna, para lo que será necesario:
1) Una política de vivienda que dé respuesta al derecho al uso disociándolo de la propiedad y que garantice, a todas las personas, el adecuada.
2) Destinar de forma preferente los recursos públicos a formas de tenencia en la vivienda que garanticen seguridad y gastos soportables. Más vivienda pública y menos protegida.
3) Que se incremente y no se siga desmantelando el parque público de vivienda por parte de algunos ayuntamientos para obtener algo de liquidez pues será “pan para hoy y hambre para mañana”.
4) Rehabilitar las barriadas deterioradas dejando de gestionar las viviendas como entes físicos y comenzar a gestionar el HÁBITAT, englobando todos los aspectos que tienen que ver con la vida cotidiana, y que conforman nuestro hogar y el mantenimiento del mismo respetando los derechos medioambientales. Esta política daría un impulso a la creación de puestos de trabajo basados en una economía real al servicio de las personas.
5) Garantizar la prioridad de los colectivos más vulnerables en la adjudicación de ayudas públicas, así como el establecimiento de los mecanismos necesarios para evitar toda forma de discriminación.
6) Que se cambie el Código Penal para que el derecho al uso de la vivienda esté por encima del derecho de la propiedad.
7) Que se regule la vivienda deshabitada (más de 100.000), para favorecer el alquiler y por tanto el derecho al uso de la vivienda.
8) Evitar los desalojos originados por razones económicas y sancionar severamente a aquellos que pretenden forzarlos de manera ilegítima, como el acoso inmobiliario.
9) Asegurar la participación efectiva e informada de todos los afectados por procesos de reforma urbanística, respetar sus derechos procesales y garantizarles, en caso de necesidad, el derecho a un realojo en condiciones razonables y, como mínimo, en condiciones similares a las preexistentes.
10) Ponerle cara a los responsables de que no se cumpla el derecho al uso a la vivienda: la banca, los especuladores de la vivienda y las Administraciones y exigirles sus responsabilidades.
...
Según informaba El País en junio de 2009, la directora general de Servicios Sociales de la Junta de Andalucía, Ana María Gómez, señaló que las previsiones del Gobierno andaluz son que la Ley de Inclusión Social sea la primera que apruebe el Parlamento en 2010. Todavía estamos esperando.
Pero, si 2010 no ha resultado ser el año propicio para todo esto, habiendo subvenciones y apoyos por parte de la UE, ¿cuándo lo será?
Mientras tanto, van surgiendo cada vez más organizaciones para enfrentar esta problemática. Diversas entidades participaron en noviembre en un Recuento de Personas sin Hogar en Sevilla (2010)
—
* Fuente: INE. Encuesta de Población Activa. Tercer trimestre de 2010.
** Informe. Recuento de Personas sin hogar en Sevilla. Noviembre de 2010.
Noticia fuente en APDHA
Web del Año Europeo de Lucha contra la Pobreza y la Exclusión Social
http://www.noticiaspsh.org/ ("Un portal para conocer y combatir el sinhogarismo")
En la web del Defensor del Pueblo Andaluz, se afirma que en Andalucía es necesaria una Ley de Inclusión Social, y una Ley del Derecho a la Vivienda. Pero también que esta debe encaminarse hacia la Salud, Subvenciones, VPO o Planes Urbanísticos igualitarios. Hasta ahora todo ha quedado en propuestas.
Es imprescindible evitar la aplicación específica de medidas tales como los realojos múltiples o “en masa” no graduales.
En proyectos financiado por la Junta de Andalucía (a la que le encanta hacer portales informativos de todo tipo), como La Ciudad Viva, proyecto de inclusión social, es imposible encontrar un tema levemente relacionado con la Inclusión Social.
La Ley 13/2005 que regula las Viviendas de Protección Oficial en Andalucía cambió las reglas del juego repentinamente y redujo considerablemente el patrimonio de 600.000 familias andaluzas, que son propietarias de una VPO. La Asociación para la Defensa de los Propietarios de Viviendas de Protección Oficial afirma que no hay ningún andaluz que no tenga una prima, un tío o amigo que no esté afectado e indignado por esta ley.
A fecha de hoy, Día Internacional de los Derechos Humanos, el 29,3% de la población andaluza vive por debajo del umbral de la pobreza, 1.129.500 personas están paradas, el 28,55% de la población, casi diez puntos más (19,79%) de la media nacional (*).
Lleva doce años paralizada la Ley de Inclusión. La actividad de nuestros parlamentarios está más preocupada de los intereses y antojos del capital con más recortes sociales y privatizaciones, que del cumplimiento real de los derechos humanos: vivienda, renta básica, salud, educación, trabajo.
El 18 de febrero de este año se aprobó “La Ley reguladora del Derecho a la Vivienda en Andalucía”, por el Parlamento autónomo, que regula el derecho constitucional y estatutario a una vivienda digna y adecuada. Pronto cumplirá un año y se convertirá en papel mojado; una ley más que no se cumple, violándose el derecho fundamental de acceder a una vivienda digna para cada vez más familias que carecen de ella. Las Administraciones siguen insensibles a las personas en exclusión, justo este año 2010 declarado año europeo de lucha contra la pobreza y la exclusión social.
No existe una política de vivienda que actúe firmemente como instrumento de equilibrio de los desajustes sociales. En este sentido, Cáritas lleva tiempo pidiendo también una ley de inclusión social. Una política de vivienda que dé respuesta a las más de 5.476 personas sin hogar que atendió esta ONG el año pasado, con más de 500 en el centro de la capital andaluza (**).
Una política de vivienda que dé respuesta a los “tradicionales” asentamiento chabolistas y a los nuevos asentamientos repartidos por la geografía andaluza. Una política de vivienda que atienda a las necesidades de los 160 barrios marginados e ignorados en ciudades con más de 50.000 habitantes que suman un total de 1.296.708 personas, con medias de desempleo, analfabetismo e infravivienda que superan el 50% a la media estatal.
Una política de vivienda que ponga freno a la especulación de la vivienda que ha llevado consigo fuertes tasas de endeudamiento que han hecho inviable la vida cotidiana de muchas familias que ahora sufren desahucios y se ven en un callejón sin salida perseguidas por la banca con el beneplácito de las leyes.
En el 62 Aniversario de la Declaración Universal de los Derechos Humanos desde la APDHA exige el derecho al uso de una vivienda digna, para lo que será necesario:
1) Una política de vivienda que dé respuesta al derecho al uso disociándolo de la propiedad y que garantice, a todas las personas, el adecuada.
2) Destinar de forma preferente los recursos públicos a formas de tenencia en la vivienda que garanticen seguridad y gastos soportables. Más vivienda pública y menos protegida.
3) Que se incremente y no se siga desmantelando el parque público de vivienda por parte de algunos ayuntamientos para obtener algo de liquidez pues será “pan para hoy y hambre para mañana”.
4) Rehabilitar las barriadas deterioradas dejando de gestionar las viviendas como entes físicos y comenzar a gestionar el HÁBITAT, englobando todos los aspectos que tienen que ver con la vida cotidiana, y que conforman nuestro hogar y el mantenimiento del mismo respetando los derechos medioambientales. Esta política daría un impulso a la creación de puestos de trabajo basados en una economía real al servicio de las personas.
5) Garantizar la prioridad de los colectivos más vulnerables en la adjudicación de ayudas públicas, así como el establecimiento de los mecanismos necesarios para evitar toda forma de discriminación.
6) Que se cambie el Código Penal para que el derecho al uso de la vivienda esté por encima del derecho de la propiedad.
7) Que se regule la vivienda deshabitada (más de 100.000), para favorecer el alquiler y por tanto el derecho al uso de la vivienda.
8) Evitar los desalojos originados por razones económicas y sancionar severamente a aquellos que pretenden forzarlos de manera ilegítima, como el acoso inmobiliario.
9) Asegurar la participación efectiva e informada de todos los afectados por procesos de reforma urbanística, respetar sus derechos procesales y garantizarles, en caso de necesidad, el derecho a un realojo en condiciones razonables y, como mínimo, en condiciones similares a las preexistentes.
10) Ponerle cara a los responsables de que no se cumpla el derecho al uso a la vivienda: la banca, los especuladores de la vivienda y las Administraciones y exigirles sus responsabilidades.
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Según informaba El País en junio de 2009, la directora general de Servicios Sociales de la Junta de Andalucía, Ana María Gómez, señaló que las previsiones del Gobierno andaluz son que la Ley de Inclusión Social sea la primera que apruebe el Parlamento en 2010. Todavía estamos esperando.
Pero, si 2010 no ha resultado ser el año propicio para todo esto, habiendo subvenciones y apoyos por parte de la UE, ¿cuándo lo será?
Mientras tanto, van surgiendo cada vez más organizaciones para enfrentar esta problemática. Diversas entidades participaron en noviembre en un Recuento de Personas sin Hogar en Sevilla (2010)
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* Fuente: INE. Encuesta de Población Activa. Tercer trimestre de 2010.
** Informe. Recuento de Personas sin hogar en Sevilla. Noviembre de 2010.
Noticia fuente en APDHA
Web del Año Europeo de Lucha contra la Pobreza y la Exclusión Social
http://www.noticiaspsh.org/ ("Un portal para conocer y combatir el sinhogarismo")
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